Aparte de hacernos preguntas sobre el proceso de creación y la capacidad de invención, la inteligencia artificial (IA) en el arte abre el debate sobre la posibilidad de plasmar el raciocinio y la reflexión en la creación artística. Este artículo se posiciona argumentando que sí es posible. Argumentan que existe la posibilidad de hacer un aprendizaje y una instrucción de la imaginación.
Es una realidad que generalmente admiramos la pieza artística, pero al intentar saber más sobre ella, nos gusta conocer el relato que ha acompañado a su creación, ya sea previa a la creación o posterior como, por ejemplo, las consecuencias históricas de esa composición. ¿Tendríamos esa opción en las diseñadas por máquinas?
Iniciamos el debate: ¿estáis a favor o en contra? Y si tenéis otro punto de vista, no dudéis en comentarlo, nada nos gusta más que escuchar y debatir.