El sector de las artes escénicas está deseoso de retomar su actividad y mientras las medidas de seguridad del Covid-19 no cesan, algunas instituciones repiensan la manera de realizar los espectáculos y la forma de llegar al público. Este es el caso de la Ópera de San Francisco, que vuelve a la acción realizando “El Barbero de Sevilla” de Rossini en un parque al aire libre. Recuperando la idea de autocine, el público en sus coches puede optar por “asientos” premium con vista frontal del escenario, o por un área vecina donde la ópera se transmite simultáneamente en una gran pantalla de cine, para una capacidad total de aproximadamente 400 coches, ¿estas nuevas formas de actuación habrán venido para quedarse?