Tras la apertura de los teatros, muchas mujeres que trabajan en las artes escénicas de Reino Unido tienen miedo de perder su trabajo. Se ha realizado una investigación por parte de Jennifer Tuckett y diferentes entidades como The Writers’ Guild of Great Britain, Equity, Stage Directors UK y the December Group donde se observa cómo el 60% de las mujeres encuestadas creen que pueden perder su puesto de trabajo. ¿Por qué? “La necesidad de atraer de nuevo al público con la puesta en escena de un trabajo conocido y seguro, que a menudo significa escrito por hombres”, indica Tuckett en el estudio.
¿Hacer teatro para mujeres es arriesgar en pleno siglo XXI? ¿Puede que el público solo quiera teatro hecho por hombres? Y si eso es así, ¿creéis que hemos fallado?